Hoy os enseñaremos a coger un hueso normal y corriente y doblarlo como si se tratase de una goma. Está especialmente pensado para niños, quienes quedarán asombrados con este fácil y divertido experimento.
Materiales:
- Un duro hueso (de pollo, por ejemplo).
- Un bote de cristal (lo suficientemente grande como para que quepa el hueso).
- Vinagre.
Procedimiento:
- Enjuagamos bien el hueso con el agua del grifo para quitar cualquier resto de carne que pueda quedar.
- Comprobamos la dureza del hueso y que es totalmente imposible doblarlo.
- Ponemos el hueso dentro del bote y echamos vinagre hasta que lo cubra por completo.
- Cubrimos el bote con la tapa.
- Lo dejamos reposar tres días.
Después de tres días, retiramos la tapa o papel y sacamos el hueso. Lo enjuagamos nuevamente con agua para quitar los restos de vinagre y... ¡el hueso se puede doblar!
Explicación:
Lo que hace que los huesos sean tan duros es un mineral llamado calcio que se encuentra en su interior.
El vinagre, aunque es considerado un ácido "suave", es capaz de disolver el calcio que hay en el hueso. Una vez que el calcio está disuelto, no hay nada que mantenga el hueso duro. Lo único que queda es el tejido blando, que fácilmente podemos doblar.
Aquí tenéis un vídeo demostrativo:
muy Bueno
ResponderEliminarA mi no me funciona, ¿puede ser porque lo haya dejado demasiado tiempo?
ResponderEliminarContestar porfavor