Con el experimento casero de hoy, observaremos cómo la tinta negra está en realidad formada por un conjunto de distintos colores: azul, verde, amarillo... Es muy fácil de realizar y perfecto para que los niños aprendan cosas básicas con la ciencia.
Materiales:
- Un rotulador negro.- Papel filtro.
- Un recipiente.
- Una varilla o pajita.
- Una regla.
- Celo.
- Agua.
Procedimiento:
Cortamos un trozo rectangular de papel filtro, de una longitud igual a la altura del recipiente y una anchura algo menor que el diámetro de dicho recipiente. Una vez hecho esto, con ayuda de una regla, pintamos con el rotulador negro una línea recta próxima a uno de los extremos del papel. Después, con nuestra varilla o pajita, colgamos el trozo de papel a modo de "percha" y lo reforzamos con celo. Por último, lo colocamos colgando del recipiente al que previamente deberíamos haber echado un poco de agua, a un nivel en el que moje la tira de papel pero no llegue a "tocar" la línea dibujada.Como podréis observar, poco a poco el agua asciende por la tira de papel y alcanza la línea negra. Al hacerlo, comienza a arrastrar los componentes de la tinta, que acabarán siendo colores claramente diferenciados.
Explicación:
En este experimento, el agua actúa como eluyente, haciendo que cada color tenga una velocidad de arrastre distinta y podamos apreciarlos. Si no fuera así, tan sólo veríamos cómo el color negro se extiende a lo largo del papel.
El resultado de este experimento es distinto según la marca de rotulador o bolígrafo que usemos.
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