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jueves, 29 de agosto de 2013

El papel que no arde


Hoy vamos a ver un experimento casero que nos puede servir en nuestras noches de campamento. Es también un truco de supervivencia, puesto que hacen falta materiales muy simples para calentar agua, por ejemplo, un trozo de papel. ¿Se quemará o no se quemará? ;)




Materiales:

- Un folio o cartulina.
- Agua.
- Un mechero o encendedor.
- Un soporte.
- Grapas (opcional).


Procedimiento:

Lo primero que tenemos que hacer es formar una pequeña caja con nuestro trozo de papel, que puede ser bien un folio o bien una cartulina. Si tenemos grapas será más fácil juntar las esquinas; si no, podemos hacer unas "grapas caseras" simplemente haciendo dos cortes y doblando la parte que queda en el medio.

Una vez hecha la caja, echamos un poco de agua en su interior y la colocamos en el soporte. Por último, colocamos debajo del papel la llama y comprobaremos que, aunque estemos durante minutos manteniéndola, ¡el papel no llega a arder!


Explicación:

Aunque las puntas se puedan poner de un color oscuro, el papel nunca llegará a arder mientras quede una gota de agua. Es decir, la parte que está en contacto con el agua nunca va a quemarse porque la temperatura de combustión de la cartulina es de 232 ºC, mientras que la de ebullición del agua es de 100 ºC y es después de esa temperatura cuando comienza a evaporarse.


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