Hoy os enseñamos un divertido experimento con hielo seco con el que podréis gastar bromas a vuestros amigos o familiares. Se trata de una pequeña "bomba" casera en la que el riesgo es mínimo y para la que sólo necesitaremos una bolsa hermética y un poco de agua.
Materiales:
- Una bolsa de plástico hermética.- Hielo seco.
- Agua.
- Opcional: guantes de protección.
Procedimiento:
Lo primero que tenemos que hacer es echar un buen puñado de hielo seco en la bolsa hermética. Es importante que usemos unos guantes de protección para hacerlo, ya que la baja temperatura a la que está el hielo (unos -78ºC) puede causarnos quemaduras.A continuación, y muy rápidamente, echamos un poco de agua y la cerramos completamente, para que no se pueda escapar nada de aire. Nos alejamos prudencialmente y la bolsa se irá inflando poco a poco hasta explotar. ¡BOOM!
Como podréis observar, no se trata de una bomba como tal, sino más bien de una pequeña explosión con la que podemos gastar alguna broma.
Explicación:
Lo que ha ocurrido es que el hielo seco, al pasar a estado gaseoso, se expande hasta un punto en el que el espacio de la bolsa no es suficiente y lo busca fuera de ella, haciéndola explotar.El hielo seco es en realidad dióxido de carbono a -78ºC, temperatura en la cual se mantiene en estado sólido. Una de sus características es la llamada sublimación, es decir, el hielo seco cambia de estado sólido a gaseoso sin pasar por el líquido. El agua de la bolsa ha sido la causante de la aceleración del proceso de sublimación, al aumentar su temperatura.
Si queréis ver el resultado de este experimento, no dudéis en ver el vídeo de ExpCaseros ;)
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