Hoy vamos a enseñaros un pequeño truco de supervivencia para convertir unos simples fósforos en unas auténticas cerillas resistentes al agua. Puede parecer muy complicado, pero la verdad es que solamente necesitamos un material: pintauñas.
Materiales:
- Cerillas normales.- Pintauñas o esmalte.
Procedimiento:
Para que nuestras cerillas sean resistentes al agua, el primer paso es cubrir la parte superior de cada una con pintauñas. No hace falta poner mucho esmalte, con una pequeña capa que cubra la cabeza de la cerilla será suficiente.Una vez que tengamos pintadas todas las cerillas, las dejamos secar durante unos minutos. ¡Y listo! Ya tendríamos preparadas nuestras cerillas de supervivencia sumergibles. Podemos comprobarlo introduciendo alguna en agua y encendiéndola al instante.
Eso sí, para que la banda de fósforo de la caja no se estropee en caso de que se moje, e impida que podamos encender las cerillas, lo que tenemos que hacer es colocar una tira de cinta aislante sobre ella. A la hora de utilizarla, simplemente la retiramos. ¡Perfecto!
Explicación:
La explicación de este truco de supervivencia es muy simple. El esmalte actúa de impermeabilizante, por lo que cuando cubrimos la cabeza de la cerilla con él, el agua no es capaz de mojarla directamente. Además, el pintauñas ayuda a que la llama se encienda mejor debido a que es un material altamente inflamable, como podemos observar en el botecito que lo contiene.Aquí os dejamos el vídeo de ExpCaseros con todo el paso a paso y la "prueba de fuego" (y nunca mejor dicho):
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