<h1>Cómo filtrar agua sucia con una cuerda - Truco de supervivencia</h1>

Hoy os traemos un tip de supervivencia muy útil para conseguir agua limpia cuando estéis perdidos por el campo. Solamente con los propios cordones de vuestras zapatillas podréis llevar a cabo un pequeño proceso de filtración gracias a algunas leyes de la ciencia.

Materiales:

- Un trozo de cuerda o cordel (o los cordones de las zapatillas)
- Agua sucia
- Un recipiente en el que depositar el agua filtrada, como una botella de plástico
- Paciencia

Procedimiento:

Si estamos perdidos en la naturaleza y no encontramos agua limpia para beber, siempre podemos filtrarla. Sólo necesitamos tener a mano un trozo de cordel o los mismos cordones de nuestras zapatillas.

El proceso es muy sencillo. Si vamos a usar nuestros cordones, tenemos que cortar los extremos. Situaremos uno de ellos en el agua sucia que encontremos. El otro extremo lo colocaremos en una botella o cualquier otro recipiente que tengamos a mano para almacenar el agua limpia o filtrada. Lo único que deberemos tener en cuenta es que el agua sucia tendrá que estar a una altura mayor que el recipiente de agua limpia. Para conseguirlo, podemos ponerla encima de una roca o cualquier otro elemento natural.

Al hacer esto, el agua empezará muy poco a poco a pasar de un recipiente al otro, filtrando la suciedad hasta conseguir un recipiente con agua medianamente aceptable.

Explicación:

¿Cómo es posible esto? Pues es gracias a la llamada capilaridad del agua. Se trata de una propiedad por la cual algunos líquidos como el agua son capaces de subir a través de vasos capilares, como es en este caso el cordel o los cordones.

Entonces, ¿por qué no vuelve a subir desde el recipiente de abajo de nuevo? Por la Ley de los vasos comunicantes, que ya vimos en otro experimento.

¿Y el barro? ¿Por qué no sube con el agua? Pues simplemente porque sus partículas son demasiado grandes como para disolverse con el agua y no son capaces de pasar a través de la tela.





Este agua que obtenemos, a pesar de que es mucho más limpia, no es del todo potable. Dependerá de dónde la hayamos sacado, pero seguramente quedarán partículas más pequeñas y bacterias que habrán conseguido pasar a través del cordón, por lo que deberíamos pasar el agua por otro proceso de purificación. Por ejemplo, si lo hervimos o le echamos algún ácido como unas gotitas de limón el agua estará totalmente purificada.






Aquí os dejamos el vídeo de ExpCaseros en el que Mayden y Natalia ponen a prueba este truco de supervivencia, ¡no olvides suscribirte!