<h1>La flecha que sale disparada sin tocarla</h1>

Hoy os traemos un pequeño experimento para niños en el que una flecha de cartulina saldrá escopetada como por arte de magia. Sólo necesitamos un poco de agua y jabón para que la ciencia haga su efecto. ¡Pruébalo!

Materiales:

- Cartulina de cualquier color
- Un bastoncillo
- Un recipiente lo más plano posible, como una bandeja
- Agua
- Jabón concentrado, como el que usamos para fregar los platos
- Tijeras

Procedimiento:

Lo primero que tenemos que hacer es recortar un trozo de cartulina en forma de flecha, lo más ancha posible. Después, recortamos un pequeño canal justo por el centro, para que quede de esta forma:

Una vez conseguido, llenamos la bandeja (o cualquier otro recipiente) de agua. Cuanto más grande mejor, ya que la flecha tendrá más recorrido para poder moverse.

Si la soltamos sobre la superficie del agua, comprobaremos que no se mueve lo más mínimo. ¿Qué podemos hacer para que salga escopetada hacia delante? Pues simplemente echamos una gotita de jabón concentrado en el extremo de un bastoncillo y lo introducimos en el canal que hemos recortado de la flecha. ¡BOOM!

Si lo hemos hecho bien, la flecha saldrá corriendo hacia delante. Podemos repetirlo un par de veces hasta que el efecto disminuya. Eso sí, es importante que pongamos la punta del bastoncillo lo más próximo al inicio del canal, es decir, a la cabeza de la flecha, para que sea más efectivo.

Explicación:

El jabón concentrado tiene una tensión superficial menor que la del agua. Esto significa que cuando metemos el bastoncillo con el jabón dentro del canal lo que ocurre es que sale despedido hacia atrás y por eso la flecha se mueve hacia delante. Es decir, por el principio de acción-reacción la flecha sale corriendo. Así es, por ejemplo, cómo funcionan los propulsores.





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